Dos hermanas de Texas y una amiga desaparecieron en México a posteriori de cruzar la frontera el mes pasado para entregar ropa en un mercado de pulgas, dijeron el viernes las autoridades estadounidenses.
EL secuestro de cuatro estadounidenses en México que fue capturado en video la semana pasada recibió una avalancha de atención y fue solucionado en unos dias. Pero el destino de las tres mujeres, de las que no se sabe nadie desde hace unas dos semanas, sigue siendo un enigma.
El FBI dijo el viernes que estaba al tanto de la desaparición de dos hermanas de Peñitas, un pequeño pueblo fronterizo de Texas cerca de McAllen, y su amiga. El presidente de policía de Peñitas, Roel Bermea, dijo que sus familias han estado en contacto con las autoridades mexicanas, que están investigando su desaparición.
Más allá de eso, los funcionarios de Estados Unidos y México no dijeron mucho sobre la búsqueda de Maritza Trinidad Pérez Ríos, de 47 abriles; Óleo Pérez Ríos, 48; y su amiga, Dora Alicia Cervantes Sáenz, de 53 abriles.
Área de Policía de Peñitas / AP
El episodio contrasta con el frenesí del gobierno y los medios por el secuestro de cuatro estadounidenses mientras viajaban a México para someterse a una cirugía plástica. Fueron atrapados en un tiroteo por un cartel de la droga en la ciudad fronteriza de Matamoros, y un video los mostró transportado en una camioneta. Los dos sobrevivientes fueron encontrados el martes en una choza de madera cerca de la costa del Sinvergüenza.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. dice que las tres mujeres ingresaron a México el 24 de febrero, un viernes, según Bermea. Peñitas está a unos cientos de metros del Río Vasto.
El consorte de una de las mujeres habló con ella por teléfono mientras viajaba por México, dijo el presidente de policía, pero se preocupó cuando no pudo comunicarse con ella más tarde.
“Como no pudo ponerse en contacto durante ese fin de semana, morapio ese lunes y nos lo informó”, dijo Bermea. Desde entonces no ha habido más noticiario de las tres mujeres.
Bermea dijo que las mujeres viajaban en un Chevy Silverado verde de mediados de la período de 1990 a un mercado de pulgas en la ciudad de Montemorelos, en el estado de Nuevo Arrogante. Se negociación de un delirio de tres horas desde la frontera. Funcionarios de la oficina del fiscal estatal dijeron que habían estado investigando la desaparición de la mujer desde el lunes.
La búsqueda masiva esta semana del cuatro estadounidenses secuestrados involucró equipos de soldados mexicanos y tropas de la Guarnición Franquista. Pero para la mayoría de los 112,000 mexicanos desaparecidos en todo el país, los únicos que los buscan son sus familiares desesperados.
Las autoridades además carecen de personal, equipo y capacitación: las cosas están tan mal que las autoridades ni siquiera pueden identificar las decenas de miles de cuerpos que se han antitético.